Los airbags hacen parte de un sistema de seguridad pasivo que protege la vida de los ocupantes de un carro en caso de un accidente. Su funcionamiento se basa en el inflado extremadamente rápido de unas bolsas de aire que son expulsadas en distintos lugares del interior del vehículo cuando se presenta un choque. Estas bolsas amortiguan la fuerza del impacto, reduciendo las posibilidades de muerte o lesiones.
1971 – La marca alemana Mercedes-Benz patenta el sistema
1981 – El primer vehículo que incorporó el sistema fue el Mercedes-Benz Clase S W126
Se encargan de activar las bolsas de aire al percibir el golpe en la carrocería. Están ubicados en la parte interior del vehículo.
En su interior se produce una reacción química (nitrógeno es el elemento más utilizado) que en muy poco tiempo llena la bolsa de gas.
Fabricadas en nylon, con la suficiente resistencia para soportar la “explosión” que las llena, y amortiguar el impacto de las personas que van dentro del vehículo.
En 30% reduce el riego de muerte en un impacto frontal.
Otras ubicaciones
Pese a su eficiencia, siempre se debe usar el cinturón de seguridad.
Entre 15 y 30 milésimas de segundo después de un choque, se inicia el proceso de activación de los airbags
Entre 30 y 40 milésimas de segundo, tarda un airbag en inflarse
A 300 km/h se produce el inflado
La bolsa permanece inflada solo por unos segundos. El gas con el que se llenó escapa por unos orificios tras su activación.
Para que el sistema se ponga en funcionamiento existen variables de velocidad, lugar del choque y/o intensidad del impacto.
La unidad de control evalúa si se deben inflar los airbags al analizar en cuestión de milésimas las variables de la colisión.
Recientemente se ha lanzado una campaña mundial para cambiar los airbags instalados por el fabricante Tataka.
A la fecha se han cambiado solo 49.000 airbags defectuosos
El grave problema que ha presentado el fabricante por Tataka, es la expulsión de piezas metálicas al interior de cabina cuando se activan los airbags.
Este defecto se produce por un exceso de presión en un compuesto encargado de inflar las bolsas de aire. Esto causa que los airbags rompan la carcasa donde reposan y lancen las partículas que pueden producir graves lesiones.